Con una contundencia excepcional a lo largo de todo el fin de semana, el del Team Penske se quedó con la victoria en Phoenix y logró su segundo título en la Nascar Cup Series.
Emiliano Iriondo
Logano demostró estar realmente en un gran día desde el arranque, liderando de manera ininterrumpida desde la largada hasta el giro 87, momento de empezar con las detenciones en boxes por la primera bandera amarilla por un incidente entre Casill y Stenhous Jr. A partir de ahí la punta empezó a cambiar de manos, compartiéndola con su compañero de equipo Ryan Blaney, y Chase Briscoe para una gran tarde para los Mustang. «El 22 en el ’22, se los dije», gritaba en el podio a punto de levantar la Bill France Cup haciendo alusión a su título obtenido en el año del número que lleva en los laterales.
Tras ganar el primer ‘stage’ y ser segundo en el segundo, el piloto oriundo de Midtown aprovechó una buena detención suya y una mala de Christopher Bell, con quien luchaba en ese momento por el puesto cuatro, para escaparse de los otros contendientes al título y manejar con cierta tranquilidad de que las cuentas estaban a su favor. Sin embargo fue por más y en el giro 283 recuperó la cima de parte de Briscoe para dejar en claro que sería el campeón.
Entre Bell y Ross Chastain intentaron evitar que eso sucediera, pero no tuvieron suerte y lejos estuvieron de lograrlo. Joey estuvo impasable cuando tuvo que defenderse, en gran medida porque no hubo un gasto fuerte del Ford al ser tan contundente adelante en el inicio mientras el resto esquivaban problemas en el medio de la parrilla.
El del Toyota #20 lo corrió hasta donde pudo y debería haber tenido alguna chance más en el final, pero la última detención en boxes duró 18 segundos (casi el doble de los 10 de Logano) y eso lo marginó al puesto 15. Por su parte el del Chevrolet #1 fue quien tuvo la última carta en el cierre, pero el ritmo no fue el mejor y quedó tercero a dos segundos de la punta. El otro que tenía chances, Chase Elliott, recibió un toque por parte de Chastain en el relanzamiento de una bandera amarilla en el giro 267 y ahí se terminaron las chances de intentar algo para quien terminó con el ‘1’ en la etapa regular.
«¡Lo hicimos, somos campeones de nuevo! Estoy muy emocionado, gracias a todo el equipo, fueron increíbles con las detenciones. Trabajamos muy duro las últimas semanas y lo demostramos hoy. Un día increíble para nosotros, no lo puedo creer. Le dije a los chicos que éramos los favoritos, que lo íbamos a lograr y lo hicimos, no lo puedo creer, es tan especial. Cuando sos un chico soñás con ser campeón y lo hice dos veces, es asombroso».
Logano terminó siendo un claro y justo campeón, no solo por haber ganado como lo hizo hoy en Phoenix habiendo liderado en 188 de las 312 vueltas, sino porque la regularidad que tuvo hoy la tuvo también todo el año: el tercer mejor promedio de finalización en las 36 fechas: 13,8. Además, y como si fuera poco, cuatro triunfos (a uno de Elliott como máximo ganador), sumó en todas las carreras con un alto promedio de puntuación por fecha y su peor resultado fue un 32° puesto en la décima fecha en Talladega.
Además logró un hecho histórico para Ford al convertirse en el primer bicampeón con el óvalo desde que lo hciera David Pearson en 1968 y 1969. Además, se une a Kyle Busch como los únicos ‘bi’ en actividad, un Busch que esta tarde se despedía del Joe Gibbs Racing. Acaba de terminar la temporada del Nascar, pero la mente ya está puesta en la próxima que arrancará el 19 de febrero con las tradicionales Daytona 500.
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